viernes, 28 de marzo de 2014

CUANDO LA MEMORIA OLVIDA



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Título: Cuando la memoria olvida

Autora: Noelia Amarillo
Editorial: Terciopelo

Nº páginas: 384 págs.
Serie: Amigos del Barrio (2º)


Sinopsis
En la vida de Ruth no hay sitio para nadie más, de hecho ni siquiera hay sitio para ella misma. Cuida su casa, a sus hermanos (aunque son ya adultos) y a su padre (que no tiene muy buena cabeza). Trabaja en un centro de día para mayores donde no sólo hace su trabajo sino también el de la arpía de su jefa. Para conseguirlo regula sus días de horarios imposibles controlando exactamente cada segundo aprovechable. Su única vía de escape son las escasas reuniones con sus amigas y pasar algún sábado que otro con un amigo especial que le hace hermosos diseños de interiores. La vida de Marcos es un cúmulo de experiencias y viajes. Imprevisible, impaciente y visceral hace lo que quiere, cuando quiere y como quiere (así le va). Tras pasar varios años en todos los rincones de Estados Unidos, y de parte del mundo, decide volver a su país natal, España y asentarse. La falta de previsión, y sobre todo la comodidad, se confabulan para que acabe viviendo en la casa de su madre, una mujer obsesionada por las telenovelas, que vive por y para la ficción. De niños eran los mejores amigos y los más fieros enemigos. Pero el destino los separó, para años después volver a juntarlos. Un día agradable se convirtió en una noche de pasión que finalizó en una discusión que los separó y cambió la vida de ambos. Ahora vuelven a encontrarse, todo sigue igual y a la vez todo ha cambiado. 

 Opinión 

Desde pequeña Ruth tiene muchas responsabilidades, su madre murió siendo muy joven por lo que se ha hecho cargo de sus hermanos y ayuda a su padre con la casa. Aún así saca buenas notas en la escuela y tiene tiempo para jugar con sus amigas del barrio. Marcos es uno de sus mejores amigos, discuten, se pelean y se reconcilian, todo parece indicar que un día llegarán a algo más, hasta que el padre de Marcos decide abandonar a su madre (una mujer obsesionada con los culebrones) y marcharse a Estados Unidos para emprender una nueva vida. Unos años después, por casualidad Ruth y Marcos se reencuentran y lo que parecía una noche especial acaba con una fuerte discusión.

Cuando se reencuentran en Madrid, siete años más tarde, Marcos se sorprende por la fría recepción de sus amigos a los que hace tantos años que no ve. Pero no está dispuesto a dejar las cosas así, y menos con Ruth. Ahora que tiene intención de quedarse a vivir permanentemente en Madrid, quiere volver a verla.

Ruth lleva una vida muy organizada, robando horas al sueño para poder sacar adelante su trabajo, su casa. Cuando Marcos vuelve a su vida, a pesar de que se siente muy atraída por él, no puede dejar que desorganice su vida. Marcos es todo lo contrario a Ruth, está acostumbrado a hacer lo que le viene en gana y en momento que quiere. 


Por otro lado, su estabilidad emocional había desaparecido al mismo tiempo que Marcos. No es que estuviera destrozada ni nada por el estilo. Desde que lo vio en la exposición había asumido que tres encuentros casuales no conformaban una relación. Pero ¡caramba! Por mucho que la razón lo aceptara, el corazón le dolía (...) porque tras la última discusión le había quedado claro como el agua que su antiguo amigo, como amante valía mucho, pero como compañero dejaba mucho que desear. Visceral, desconfiado, celoso, posesivo, maquiavélico, infantil... La lista de adjetivos negativos era larguísima. No la creía cuando aseguraba que Jorge era un amigo y estallaba sin previo aviso a la menor tontería; tontería creada por su desconfianza y sus celos; celos que no tenían razón de ser puesto que ella no era de su propiedad, y que serían injustificados aunque lo fuera, que no lo seria nunca. (...) Y le daba lo mismo que Marcos fuera intuitivo, divertido, cariñoso, excitante, inteligente, alegre... e incluso que hiciera que valiera la pena pensar en replantearse su vida para darle cabida, que simple y llanamente la alegrara el alma con su sola presencia. Porque, independientemente a todo eso, él había desaparecido, y no había marcha atrás.

Marcos intenta volver a colarse en la vida de Ruth, ha pasado mucho tiempo desde que la última que se vieron y se separaron de mala manera, por lo que hace lo posible para que le haga un hueco en su ocupada vida, cuanto más tiempo pasa con ella más confundido se siente, Ruth no es lo que parece, bajo su fachada seria se esconde una mujer apasionada y entregada a todos, a su trabajo y "sus niños" como ella los llama, a su familia, y Marcos quiere que también lo haga con él. Pero Ruth no se lo va a poner fácil, aunque acepta verse con él, no confía en él del todo, ya la decepcionó una vez, y conociendo su carácter y con el trabajo que tiene, no cree que vaya a permanecer mucho tiempo en el mismo lugar. Y aunque sabe que tienen una conversación pendiente desde hace años, necesita que Marcos le demuestre que no va a huir de sus responsabilidades. 


—¿Es amor? No lo sé. No creo en el amor. Creo en la necesidad. Necesito comer para alimentarme, y si ella no está conmigo, si está enfadada, si no la veo, no puedo comer. Necesito respirar para vivir, y cuando pienso que ella no está conmigo, que está lejos, con otra persona, no puedo respirar. Necesito dormir, y si ella no está a mi lado, no puedo cerrar los ojos. En definitiva, necesito que esté a mi lado, que sea feliz, que me necesite como yo la necesito a ella para poder vivir.

Aunque ya en el "Falsas apariencias" Ruth era la voz de la sensatez en las conversaciones de las amigas, no será hasta leer "Cuando la memoria olvida" que sabremos hasta qué punto tuvo que madurar y hacerse cargo de multitud de responsabilidades desde muy pequeña. Sin embargo no es una persona que guarde reproches o resentimientos, aunque podría hacerlo, sobre todo con Marcos, que aunque no es mala persona, en algunos momentos no consigue filtrar lo que sale de su boca, y aún sabiendo que no es eso lo que quiere decir y que se va a arrepentir no consigue callarse. Y Ruth es demasiado buena para tenérselo en cuenta, en algun momento me habría gustado que se hubiera plantado con él. 

Como el libro anterior, la historia te atrapa desde el primer momento, tiene momentos muy emotivos, tratando de manera muy amable algunos temas un tanto duros, como los problemas de los ancianos o las enfermedades mentales. Y como el anterior también escenas muy "hot". Y me ha dejado muy interesada en el próximo libro, quiero saber más sobre Darío, el hermano de Ruth.



Puntuación: 9



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