En Curon, en el norte de Italia (o Tirol del Sur) transcurre la tranquila vida de Trina, junto a sus amigas, Maja y Barbara, sueña con ser maestra, mientras vigila las idas y venidas de Erich y su rebaño. La irrupción del fascismo romperá esa tranquilidad, la llegada de los italianos, país al que pertenecen pero del que ni siquiera conocen la lengua impedirá que puedan enseñar en sus escuelas, además de perseguir a todos los que hablen en alemán. Será así como Maja se convierta en maestra, pero no como a ella le hubiera gustado, sino en las escuelas clandestinas que se organizan en iglesias y graneros, enseñando alemán y arriesgándose al exilio si son descubiertos. Sintiéndose más alemanes que italianos, muchos creen que Hitler será la solución para la región.
A través de las cartas de Trina a su hija desaparecida conoceremos la historia de su familia, y de Curon, son cartas sencillas, llenas de sentimientos, de tristeza y desesperación de su marcha, el miedo a la guerra que se avecina en la que se verán obligados a participar, de esperanza cuando llega esa paz que tanto ansían, pero que no será completa cuando otro peligro acecha al pueblo, y la lucha por conservar su hogar, sus animales contra la decisión del gobierno.