Título: Emboscada
Autora: Nora Roberts
Editorial: Plaza y Janes Editores
Nº páginas: 528 págs.
Sinopsis
Fiona sobrevivió a un asesino en serie y ha rehecho su vida en una isla como adiestradora de perros. La llegada de un atractivo cliente con un díscolo cachorro de labrador y la noticia de nuevos asesinatos trastornarán su tranquila vida.
Opinión
Simon se ha trasladado a la isla buscando tranquilidad y aunque lo último que quiere es establecer una relación la adiestradora de su cachorro. A pesar de que no es su tipo hay algo en ella que hace que no pueda mantenerse apartado.
—La cosa no funciona así. —Mientras hablaba, Fiona recogió las pelotas de tenis que le habían devuelto y se las lanzó de nuevo—. Si lo acepto a él, te acepto a ti. Ahora sois un binomio. Si no vas a comprometerte con el perro, con su adiestramiento, con su salud y su bienestar, te ayudaré a encontrar un buen hogar para él.—No soy de los que tiran la toalla. —Simon se metió las manos en los bolsillos mientras ella volvía a lanzar las pelotas—. Además, mi madre… No quiero ni pensarlo. Se le ha metido en la cabeza que como me he mudado aquí, necesito compañía. O una mujer o un perro. Como no puede regalarme una esposa, me ha… —Simon frunció el ceño al ver que el perro más claro dejaba que el cachorro cogiera la pelota. Con paso triunfal, Tiburón la llevó de vuelta.
Y para complicarlo todo más, aparecen los cadáveres de varias jóvenes siguiendo el modus operandi del asesino del que Fiona escapó. Aunque sabe que está en la cárcel todo parece indicar que tiene un imitador o discípulo, por lo que casi con toda seguridad intentará acabar con la única mujer que dejó con vida.
Después de leer La testigo de Nora Roberts, que me gustó mucho, me llamó la atención Emboscada. La sinopsis parecía interesante, mezclar un asesino en serie, a su imitador, con una adiestradora de animales parecía interesante. Como en el libro anterior, los personajes son el punto fuerte de esta historia. Fiona sobrevivió a un asesino en serie, fue la única de sus victimas que consiguió escapar, pero antes de que la policía lo atrapara mató a su prometido en venganza. A pesar de que parece haber conseguido cicatrizar sus heridas aún no se siente preparada para iniciar una relación y se siente más cómoda con los animales, especialmente con los perros, de lo que además ha hecho su medio de vida. Es una muy buena adiestradora canina, que además colabora con la unidad de búsqueda de personas, tanto con sus perros como adiestrando a otros.
—Y mientras tanto vas a desembuchar. Es una alegría para la vista, ¿verdad?—Adorable, y con un poco de adiestramiento será un compañero maravilloso.Sylvia le lanzó una mirada contrariada mientras sacaba un cuenco y un bol.—Me refería a Simon.—Es posible que yo también.—¡Ja! Tiene un talento increíble y unos modales exquisitos, aunque es un poco misterioso.—¿A cuál de los dos te refieres?—Qué graciosa… —replicó Sylvia mientras separaba con gran habilidad las claras de las yemas, que dejó en el bol. Una vez que batió las claras, las mezcló con una cucharadita de hierbas provenzales y un poco de queso—. Vive en una casa preciosa en Eastsound, es muy meticuloso en su trabajo y tiene unos ojos para morirse, una espalda fuerte, un cachorro monísimo… y es soltero.
Fiona tiene sus perros, su trabajo, sus amigos que la cuidan y protegen pero la aparición de Simon en su vida, con su forma de hablar tan directa, pone de manifiesto lo que le falta. Y aunque no entraba en los planes de ninguno de ellos establacer una relación, poco a poco a la vez que adiestra a su perro consigue que Simon también se abra a ella.
Por otro lado, aparece el imitador del asesino, que ha puesto a Fiona en su punto de mira, pero antes de matarla quiere que ella sepa que va a por ella. Pero Simon no está dispuestos a que se salga con la suya por lo que, junto con Fiona, tendrán que colaborar con las autoridades para identificarlo antes de que sea demasiado tarde.
Me ha gustado mucho el libro, los diálogos entre Fiona y Simon son muy divertidos y tienen mucha "chipa". Simon con su tremenda franqueza para decirle que no es su tipo pero con sus gestos le demuestra otra cosa y Fiona que no pierde la tranquilidad en ningún momento... y que además de adiestrar a su cachorro parece que también lo hace con Simon, y aunque él se da cuenta no puede hacer nada para evitarlo.
—¿Esas son las puertas? El labrado es una maravilla, y los colores de la madera… Qué maravilla, de verdad. —Tan maravilloso como el olor que flotaba en el aire—. Lo quiero. Seguro que no puedo permitírmelo, pero lo quiero de todas formas. ¿Cuánto pides?
—No te pega ni tampoco le pega a tu casa. Es elegante, y también un poco ostentoso. Tú no lo eres.
—Puedo ser elegante y ostentosa.
Simon meneó la cabeza mientras caminaba hacia un pequeño y viejo frigorífico del que sacó dos Coca-Colas. Le lanzó una que ella cogió con una mano.—No puedes. A ti te pega algo más sencillo, más básico, todo lo contrario, más extravagante. Algo que contraste un poco con las líneas rústicas hacia las que te inclinas.
—¿Soy rústica?
—He estado en tu casa —le recordó él.
Fiona pasó un dedo por el labrado de la parte superior de la puerta, una serie de corazones alargados.
—Esto podría suponer un contraste, ¿no?
—No.
Sorprendidísima, se volvió hacia él.
—¿De verdad no me lo vas a vender porque no soy elegante?
—Sí.
—¿Cómo vendes los muebles?
—Los hago por encargo o los vendo sin más. Diseño lo que le va bien al cliente. —La observó mientras bebía un buen trago de Coca-Cola—. Mala noche.
Fiona se metió las manos en los bolsillos.
—Gracias por notarlo. Bueno, como interrumpo y no soy la clienta adecuada para el dichoso armario botellero, te dejaré a solas con tu sierra gigante.
—Me he tomado un descanso.
Fiona lo observó atentamente, igual que estaba haciendo él, mientras bebía un trago de Coca-Cola. —En fin, teniendo en cuenta a lo que me dedico, que sepas que la mala educación no me afecta mucho.—Si estás pensando en adiestrarme como a mi perro, te aviso que lo mío no tiene remedio.En vez de replicar, Fiona se limitó a sonreír.—Si lo de preguntarme si necesitaba algo era una excusa, ¿me estás tirando los tejos?(...)—¿Tirándote los tejos? De momento no. Y teniendo en cuenta tu defectuosa conducta, dudo que llegara a tirártelos.—Me parece justo, y para que veas que yo también lo soy, que sepas que no eres mi tipo.El comentario hizo que apartara la vista de una maravillosa mecedora que le encantaría llevarse a casa y le lanzara una mirada gélida.—¿Ah, sí?—Pues sí. Me van más las mujeres con vena artística y más femeninas. Si son voluptuosas, mejor que mejor.(...)—Menos mal que lo hemos aclarado antes de dejar mi delicado y susceptible corazón en tus manos.—Pura chiripa. Aunque… de vez en cuando no viene mal cambiar. Probar cosas nuevas y eso.—Genial. Ya te avisaré el día que me apetezca que me prueben para cambiar. Mientras tanto, llevaré mi poco elegante, poco artística, poco femenina y poco voluptuosa persona lejos de tu vista.—Algunas curvas tienes.La risa se le escapó sin que se diera cuenta.—Dios, qué capullo eres. Me voy mientras me quede algo de ego que recoger del suelo.
Aunque la trama de intriga se mantiene hasta el final, lo que más me ha gustado ha sido la trama romántica y personal: con unos diálogos estupendos y muy divertidos, con personajes que evolucionan a lo largo de la historia y que cuando descubren qué es lo que quieren y necesitan para vivir, están dispuestos a hacer lo que sea para conseguirlo y mantenerlo.
Puntuación: 9
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