Autora: Mónica Gutiérrez
Editorial: Roca Editorial
Nº páginas: 320
Sinopsis:
En vísperas de una tormenta de nieve, un viernes tras la barra de galeón pirata de un bar escondido, un barman recién llegado del Loira espera la llegada de Kate, la chica del extraordinario cabello flotante y las larguísimas bufandas. Kate vive en un edificio antiguo como su propia tristeza y hace tanto tiempo que se ha dejado llevar por la rutina que ya no recuerda el sentido de los pequeños detalles, la aventura escondida en las sorprendentes pistas cotidianas. Un extraño jardín y una emisora de radio colgada del cielo en una buhardilla de madera constituyen su refugio para ese otoño. Y, sin embargo, aunque en la pequeña ciudad de Coleridge todos ignoren las advertencias de un excéntrico meteorólogo, el tiempo está a punto de cambiar el noviembre de Kate de la mano de un hombre bueno con planes de venganza, un sábado de tortitas y la risa de los argonautas.
Opinión:
La vida de Kate se ha instalado en la rutina, su trabajo en una gran empresa no le proporciona ninguna satisfacción, ya casi se ha acostumbrado a los gritos de su jefe y a un insomnio cada día más preocupante. Sus padres viven fuera, y su relación con ellos se ha enfriado. Su tristeza es evidente, incluso ella se da cuenta, pero no parece ser capaz de dejarla atrás. Los mejores momentos en su día a día los pasa en el jardín de su edificio, con Pierre su mejor amigo. Cuando recibe una invitación para colaborar en un programa radiofónico elaborado por aficionados, está a punto de rechazarla la propuesta, pero sin saber por qué acude y descubre una coqueta emisora de radio y unos compañeros que le mostrarán la magia de las ondas, entre ellos William, un meteorólogo en paro, que asegura que se acerca la tormenta más importante de los últimos tiempos, y al que nadie parece creer.
Había leído mucho sobre esta novela, no tanto sobre su trama como sobre los sentimientos que provoca, y debo reconocer que aunque no sabía que era exactamente el "feel good", ahora ya lo sé. Para mí ha sido acabar la novela con una sonrisa, con una agradable sensación de bienestar y con pena porque no quería acabarla.
Con una preciosa ambientación, la imaginación de Mónica nos hace desear conocer esos maravillosos lugares, llenos de magia y encanto: el bar escondido, ese maravilloso jardín que solo conoce Kate o la casa de Norm. Esos escenarios son el complemento perfecto para la historia, junto con esas condiciones climatologías que invitan a quedarse en casa y bailar con los argonautas o cocinar con Norm. Es una novela tierna, romántica, dulce, pero no empalagosa, en la que encontramos muchas clases de amor, a la familia, a los amigos, y por supuesto, también amor romántico, ideal para leer en Noviembre, en Febrero o en cualquier época del año.
Vivir es una aventura si estamos atentos a los detalles. Los pequeños detalles son las bisagras del universo.Ese mismo viernes Kate acudirá al bar escondido, a charlar con Pierre, allí conocerá al grupo de los viernes, como los llama Pierre: Don y sus amigos. Asiduos del bar, acuden todos los viernes, con sus ordenadores y sus actividades que no parecen del todo legales. El encuentro entre Kate y Don supondrá un comienzo de algo importante para ambos.
No importaba el empeño que pusiese cada uno en hacerse el despistado, acabábamos por derivar el uno hacia el otro como una aguja imantada hacia su norte en la esfera luminosa de una brújula de delicado funcionamiento.La gran tormenta de nieve que William lleva días anunciando obligará a Kate a refugiarse en casa de Don y su familia, encontrando allí un oasis de paz y tranquilidad del que no desea marcharse. Norm, Sarah y los argonautas, e incluso Charlie, ayudarán a Kate a descubrir que la felicidad está hecha de pequeñas cosas, un té y bizcocho de limón, amasar pan, o pasar la tarde junto a la chimenea al lado de Don. Esos días juntos también supondrán un punto de inflexión en Don, quien parece haber encontrado un motivo para abandonar sus ansias de venganza y continuar con su vida.
Había leído mucho sobre esta novela, no tanto sobre su trama como sobre los sentimientos que provoca, y debo reconocer que aunque no sabía que era exactamente el "feel good", ahora ya lo sé. Para mí ha sido acabar la novela con una sonrisa, con una agradable sensación de bienestar y con pena porque no quería acabarla.
Supongo que fue entonces cuando comprendí que resultaba mucho más sencillo sentirse feliz que seguir haciendo esfuerzos barrocos para no sucumbir al desconsuelo y la tragedia en cada detalle del universo.Hablar de los personajes significa destacar a Kate y a Don, ella es una chica sencilla, dulce, que llama la atención de Don por sus largas bufandas y su cabello flotante, desde el primer momento transmite ternura y cercanía. Don es policía de la Unidad de Delitos Informáticos, serio, parece no sonreír nunca, con un gran sentido de la justicia y del deber, y encantador con Kate. Los secundarios tienen todos su papel, no sobra ninguno, aunque destacaría a Norm, el padre de Don.
Con una preciosa ambientación, la imaginación de Mónica nos hace desear conocer esos maravillosos lugares, llenos de magia y encanto: el bar escondido, ese maravilloso jardín que solo conoce Kate o la casa de Norm. Esos escenarios son el complemento perfecto para la historia, junto con esas condiciones climatologías que invitan a quedarse en casa y bailar con los argonautas o cocinar con Norm. Es una novela tierna, romántica, dulce, pero no empalagosa, en la que encontramos muchas clases de amor, a la familia, a los amigos, y por supuesto, también amor romántico, ideal para leer en Noviembre, en Febrero o en cualquier época del año.
Es un cuento sobre apreciar las cosas buenas, pero también sobre que todo ocurre cuando tiene que ocurrir. Ni antes ni después.
Una pequeña joya que se lee en un suspiro, con personajes entrañables, que te hace desear una buena tormenta para quedarse en esa acogedora cocina de la casa con tres chimeneas. Una novela que trata de la tristeza y que sin embargo consigue poner una sonrisa en la cara y el firme propósito de disfrutar de esas pequeñas cosas que a veces pasan desapercibidas pero que pueden hacernos disfrutar más de la vida.
Puntuación:
9
A mi también me encantó esta historia, la ambientación y sus personajes. Una delicia.
ResponderEliminarUn beso ;)
Me gustó mucho este libro y lo bien que me hizo sentir esta lectura tan agradable...
ResponderEliminarBesos
Hola! Estoy deseando leer este libro porque aparte de que me llama muchísimo la atención todas las opiniones que os leo son buenas. A ver si lo saco por fin de mis pendientes.
ResponderEliminarBesos!
Totalmente de acuerdo. Esta novela acaba conquistando a todo el que se adentra en sus páginas.
ResponderEliminarBesos
Me encantaría leerlo!!
ResponderEliminarAyer mismo finalicé un libro también encasillado dentro del género Feel Good, Abril encantado, pero publicado en 1922. Ay!! Y cómo digo siempre... El feel good apetece en cualquier momento!! ;)
Este libro lo he visto en algún otro blog y me sigue llamando la atención.. nada que me lo apunto.
ResponderEliminarGracias por la entrada
Hola Abril ya me he leído los dos libros anteriores de Mónica y me gustaron mucho así que estoy deseando leer éste y leyendo tus impresiones estoy segura que a mí también me gustará. Gracias por la reseña.
ResponderEliminar