Autora: Michael Hjorth & Hans Rosenfeldt
Editorial: Planeta
Nº páginas: 567
Serie: Bergman #3
Serie: Bergman #3
Sinopsis:
En las montañas de Jämtland dos mujeres hacen un descubrimiento macabro: del suelo sobresalen los huesos de una mano. La policía local llega a la escena del crimen y no encuentra uno, sino seis cuerpos; entre ellos, el de dos niños. Todos fueron asesinados por un disparo en la cabeza. No hay testigos, no hay pistas y nadie ha denunciado ninguna desaparición… Cuando el equipo de Torkel Hölgrund acude al lugar de los hechos para hacerse cargo de la investigación, todo se complica. El psicólogo criminal Sebastian Bergman atormenta a todos con sus problemas personales consiguiendo, una vez más, que las tensiones vayan en aumento. El caso resulta ser un rompecabezas mucho más complejo de lo que habían imaginado. La identidad de las víctimas es un enigma y cuando, al final, Bergman ahonda en las pistas y consigue tirar del hilo, el Servicio Secreto aparece de improviso para archivarlo. Alguien en las altas esferas quiere tapar estas muertes a cualquier precio… Pero ¿conseguirán parar a Sebastian Bergman?
Opinión:
Las sagas están de moda, cada vez es más complicado encontrar un libro que no pertenezca a uno, y si bien es estupendo seguir leyendo sobre los mismos personajes, especialmente si los libros no se convierten en algo repetitivo, como en este caso, en que los tres libros tienen una trama completamente diferente, y los personajes no solo no se estancan, sino que evolucionan, conocemos aspectos de sus vidas, personalidades, miedos o sueños en cada entrega; el riesgo en este caso, es que cada uno de los libros acaba con una escena que te hace desear tener el siguiente ya.
La trama de investigación en "Muertos prescindibles" transcurre de una manera más pausada a la que estamos acostumbrados, la aparición de seis cuerpos enterrados en las montañas, probablemente ejecutados, sin pistas sobre su identidad, ni del tiempo que llevan allí, obligará al equipo de Torkel ha desplazarse hasta allí.
De forma paralela, una mujer afgana, Shibeka, trata de encontrar quien la ayude a averiguar la verdad sobre la desaparición, hace años, de su marido y su primo. Su tenacidad, por fin, ha dado fruto y un periodista de investigación se ha interesado por su caso. Para conocer la verdad, tendrá que enfrentarse a los prejuicios de sus sus familiares y amigos, que parecen más interesados en mantener sus costumbres que en averiguar lo sucedido a dos de los suyos. Shibeka es un personaje entrañable, una mujer valiente, que se ha sobrepuesto a muchas adversidades y que ha conseguido sacar adelante a sus hijos, y necesita saber qué le pasó a su marido, pues nunca se creyó la versión de la policía.
Y mientras unos investigan, Sebastian sigue tratando de acercarse a Vanja, los sucesos del libro anterior le han proporcionado una segunda oportunidad con ella y está dispuesto a aprovecharla, pero a pesar de que en algunos aspectos ha cambiado, es más agradable, amable, e incluso parece haber conseguido limar asperezas con antiguos compañeros, sigue siendo el Sebastian egoísta que piensa primero en él, y que está dispuesto a lo que sea para salirse con la suya.
Aunque el ritmo de la investigación no es tan ágil como en los casos anteriores, en ningún momento la lectura es lenta o pesada, posiblemente porque la investigación ocupa un segundo plano, por detrás de las vivencias personales de los miembros del equipo de Torkel, al que se añade una nueva integrante, y las vidas de todos los integrantes del equipo toman un cariz muy interesante. Son personajes con luces y sombras, que evolucionan de un libro a otro, y que cada vez parecen tener más que contar. Y al igual que en los libros anteriores, el caso queda perfectamente cerrado, las tramas aparentemente diferentes consiguen encajar perfectamente.
La trama de investigación en "Muertos prescindibles" transcurre de una manera más pausada a la que estamos acostumbrados, la aparición de seis cuerpos enterrados en las montañas, probablemente ejecutados, sin pistas sobre su identidad, ni del tiempo que llevan allí, obligará al equipo de Torkel ha desplazarse hasta allí.
De forma paralela, una mujer afgana, Shibeka, trata de encontrar quien la ayude a averiguar la verdad sobre la desaparición, hace años, de su marido y su primo. Su tenacidad, por fin, ha dado fruto y un periodista de investigación se ha interesado por su caso. Para conocer la verdad, tendrá que enfrentarse a los prejuicios de sus sus familiares y amigos, que parecen más interesados en mantener sus costumbres que en averiguar lo sucedido a dos de los suyos. Shibeka es un personaje entrañable, una mujer valiente, que se ha sobrepuesto a muchas adversidades y que ha conseguido sacar adelante a sus hijos, y necesita saber qué le pasó a su marido, pues nunca se creyó la versión de la policía.
Y mientras unos investigan, Sebastian sigue tratando de acercarse a Vanja, los sucesos del libro anterior le han proporcionado una segunda oportunidad con ella y está dispuesto a aprovecharla, pero a pesar de que en algunos aspectos ha cambiado, es más agradable, amable, e incluso parece haber conseguido limar asperezas con antiguos compañeros, sigue siendo el Sebastian egoísta que piensa primero en él, y que está dispuesto a lo que sea para salirse con la suya.
Aunque el ritmo de la investigación no es tan ágil como en los casos anteriores, en ningún momento la lectura es lenta o pesada, posiblemente porque la investigación ocupa un segundo plano, por detrás de las vivencias personales de los miembros del equipo de Torkel, al que se añade una nueva integrante, y las vidas de todos los integrantes del equipo toman un cariz muy interesante. Son personajes con luces y sombras, que evolucionan de un libro a otro, y que cada vez parecen tener más que contar. Y al igual que en los libros anteriores, el caso queda perfectamente cerrado, las tramas aparentemente diferentes consiguen encajar perfectamente.
No ha sido una sorpresa lo mucho que me ha gustado el libro, aunque el ritmo no haya sido tan ágil como el anterior. Sin embargo, es una lectura fluida, muy visual, es fácil imaginarla como una película. Los miembros de la Unidad de Homicidios son cada vez más interesantes, manteniendo un protagonismo especial, Sebastian Bergman, quien parece más humano, pero todavía sigue en su línea en algunos aspectos.
Puntuación:
9
¡Hola! estos libros nunca terminan de llamarme la atención así que no creo que lo lea.
ResponderEliminarUn beso.
Hemos coincidido en reseñas e impresiones. Esta saga me encanta y ojalá pronto publiquen el siguiente.
ResponderEliminarBesos
Coincido contigo, la investigación no tiene el ritmo del anterior, que era bestial... pero ya estamos tan metidas en las historias personales que somos adictas a Bergman. Deseando que publique más.
ResponderEliminarUn beso
Me queda leer antes el segundo, y no será por ganas.
ResponderEliminarUn beso ;)
Tiene buena pinta y son de los libros que me gustan pero no me animo, por ahora, que tengo unas cuantas sagas empezadas y ya se me empiezan a acumular demasiados.
ResponderEliminarUn saludo.
Coincido contigo en que la trama personal aumenta en esta ercera parte, el final es intenso eh?
ResponderEliminarBesos
Pues no he leído los primeros pero relamente engancha lo que nos cuentas.... Yo es que me estoy cansando de las sagas la verdad
ResponderEliminarqué ganas le tengo a esta novela, las dos anteriores las disfruté mucho a ver si tengo suerte chao
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