LA LUNA DEL LEOPARDO

La luna del leopardo
Autora: Nalini Singh
Editorial: Debolsillo
Nº páginas: 432 págs.
Serie: Psi/Cambiantes (4)

Sinopsis

Clay, un centinela del clan de los DarkRiver, era muy joven cuando el amor que sentía por su mejor amiga, Tally, le impulsó a matar al hombre que había abusado de ella en su infancia. El paso por el correccional anuló su herencia materna, tierna y humana, y lo dejó a solas con la fiereza felina de su padre, un cambiante leopardo. Tally también quedó marcada por la violencia pero logró recuperarse y ahora se dedica a ayudar a los niños de la calle. Cuando sus protegidos comienzan a desaparecer, recurre de nuevo a Clay, quien no está dispuesto a perder otra vez a la mujer a la que siempre ha querido proteger… y poseer. 

 Opinión 

Desde que se conocen en la infancia, Clay y Tally establecen una relación en la que sólo se tienen el uno al otro. Clay vive con su madre enferma, evitando transformarse para evitar disgustos a su madre, que no acepta el hecho de que es un cambiante leopardo. Tally es maltratada por sus padres de acogida, pero con Clay se siente segura. Clay la protege y ella le da el amor y cariño que él necesita como cambiante. Todo cambia de repente cuando el padrastro de Tally intenta asesinarla y Clay no puede evitar que la furia se apoderé de él para defender a la única persona que le importa en el mundo. Mientras Clay va a un centro de menores, Tally no puede olvidar la pesadilla vivida ni el miedo que le supone volver a ver a Clay.

Lo único que mantiene cuerdo a Clay es la esperanza de volver a Tally, pero cuando sale del centro de menores y le comunican su muerte, ya no le queda nada que evite que se convierta en un renegado. Por suerte para él, el clan DarkRiver se cruza en su camino y encuentra un lugar y una familia que le acepta por lo que es.

Años después Tally reaparece en su vida, necesita su ayuda para encontrar a unos chicos desaparecidos antes de que mueran asesinados. A pesar del miedo que le produce volver a encontrarse con Clay sabe que es la única persona a quien puede pedir ayuda. Pero él ya no es el chico que ella recuerda, sino un centinela de los DarkRiver, un hombre duro y peligroso, resentido por la forma en que ella desapareció de su vida. Clay no puede entender por qué Tally le mintió y se apartó de su vida, y no soporta que ahora le tema. Fue la persona más importante en su vida y aunque ha intentado vivir sin ella, no ha podido olvidarla. A pesar de los reproches, tanto el clan de los DarkRiver como Clay se implican para localizar a los niños, especialmente cuando sospechan que el Consejo de los psi puede estar implicado. Y ahora que Tally ha regresado a su vida, Clay no está dispuesto a dejar que vuelva a apartarse. Está dispuesto a hacer lo que sea necesario para que ella le acepte tal como es, y para mantenerla a salvo.

—Se supone que estás muerta. —Dejó que ella viera la cólera que le invadía, la rabia que había dispuesto de veinte largos años para fermentar. Para fermentar y extenderse hasta empapar todas las venas—. Me mintieron.—Sí, lo sé..., lo sabía. Clay se quedó mudo de incredulidad.—Que tú, ¿qué?Durante todo el tiempo que estuvo siguiéndole la pista a un fantasma, había estado convencido de que le habían mentido sin que ella supiera nada. Le había destrozado pensar que Tally estaba en alguna parte creyendo que había roto su promesa de volver con ella. Ni una sola vez había considerado que ella pudiera haber tomado parte de ese plan de forma voluntaria.

Aunque ya aparecía en los anteriores libros como un centinela frío y distante, conocemos ahora al verdadero Clay, su pasado y los motivos por lo que temían que pudiera convertirse en un renegado. A pesar de que el clan ha sido su familia y ha intentado darle el afecto que necesitaba, y que todo su lealtad ha estado desde que los conoció con su alfa y el clan, siempre le ha faltado algo. Durante su niñez sufrió por ser un cambiante. Sacó su verdadera naturaleza para salvar a Tally, y de lo único que se arrepiente es de no haberla podido proteger antes. Tally sobrevivió, pero no sin sufrir importantes traumas, y aunque Clay es lo único que le importaba en la vida, no pudo enfrentarse a él después de ser testigo del horror y prefirió que él la diera por muerta. Cuando vuelven a encontrarse ella tendrá que sobreponerse al miedo que aún le produce, sin embargo pronto se dará cuenta que por muy peligroso que sea, Clay sigue siendo la única persona que la hace sentirse segura. Juntos tendrán que curar las heridas del pasado y aceptarse tal y como son ahora. La conexión especial que mantenían en el pasado se ha hecho mucho más fuerte.

—¿Cómo puedo estar enfadado con la otra mitad de mi alma? —le dijo, con tanta ternura que le arrancó pequeños trocitos de su corazón—. Tengo mal carácter, cielo, y sé que le doy mil vueltas a las cosas. Pero aunque actúe enfadado, aunque gruña, no significa que te quiera menos. Tu alma resplandece, Tally, y me alegra más que nada en el mundo que resplandezca para mí.

Me ha sorprendido Nalini Signh porque ha conseguido mantener el nivel de la saga después de un libro tan bueno como el anterior. Continúan las intrigas del Consejo de los Psi, mientras que los clanes depredadores intentan mantener su poder y adelantarse a sus intentos de hacerse con el poder. Y mientras la historia avanza y aparecen nuevos e interesantes personajes que serán importantes en próximos libros, la historia de Clay y Tally es muy romántica y emotiva. Se conocieron de niños y se hicieron amigos, no tenían a nadie más, pero unas trágicas circunstancias hicieron que se separaran y tardaran años en volver a encontrarse. A pesar de sus desgraciadas infancias, ambos han recuperado el control de sus vidas pero tan pronto se vuelven a encontrar, y por difícil que sea perdonar el pasado, saben que están destinados a estar juntos. Tendrán que ser capaces de perdonar los errores cometidos en el pasado para tener el futuro al que estaban predestinados.

Me gusta mucho que sigan apareciendo los anteriores protagonistas, demostrando además que son un clan, que se preocupan por todos sus miembros y que están dispuestos a hacer lo necesario por ellos si son atacados. 

—Te quiero —susurró Tallin. Él le acarició la espalda. —Sí, lo sé. —Se supone que tú también tienes que decirme que me quieres —repuso, fingiendo ofenderse porque la frivolidad mantenía a raya el miedo y la esperanza. —¿Por qué? — La miró ceñudo—. Ya sabes que eres tú quien hace latir mi corazón. 

Puntuación: 

9