CONTRA EL VIENTO DEL NORTE

Contra el viento del norte 
Autora: Daniel Glattauer

Editorial: Alfaguara

Nº páginas: 264

Sinopsis:

En la vida diaria ¿hay lugar más seguro para los deseos secretos que el mundo virtual? Leo Leike recibe mensajes por error de una desconocida llamada Emmi. Como es educado, le contesta y como él la atrae, ella escribe de nuevo… Así, poco a poco, se entabla un diálogo en el que no hay marcha atrás. Parece solo una cuestión de tiempo que se conozcan en persona, pero la idea los altera tan profundamente que prefieren posponer el encuentro. Además, Emmi está felizmente casada y Leo aún está saliendo de una relación fallida. Y, en cualquier caso ¿sobrevivirían las emociones enviadas, recibidas y guardadas un encuentro «real»? Y en ese caso, ¿qué hacer? Un libro que, una vez abierto, no puedes volver a cerrar. Una trama audaz y brillante, llena de inteligencia, humor y ternura.Unos protagonistas inolvidables que empatizan inmediatamente con el lector.

 Opinión: 

Emmi quiere cancelar la suscripción a una revista, pero los emails que envía los recibe Leo Leike, quien alerta a Emmi de su error. Cuando tiempo después recibe otro email suyo, se genera así una correspondencia entre ellos, que comienza con breves emails y que sin querer se convierte en una relación diaria. Esperan con ansia los mensajes que reciben del otro, y en la que poco a poco van poniendo sus sentimientos, esperanzas, frustraciones, deseos, fantaseando con cómo será el otro en realidad. El siguiente paso sería un encuentro físico, pero aunque lo desean no están seguros de si la relación virtual que han establecido y en la que pueden hablar sin cortapisas de sus sentimientos sobreviviría a verse en persona. Temen la decepción que eso pueda suponer y lo van posponiendo. Pero la relación prosigue, y cada vez los sentimientos son más fuertes para ambos. 

Contigo, querido Leo, no tengo miedo de ser tan espontánea como lo soy en lo más íntimo de mi alma. No pienso qué puedo exigirte y qué no. Simplemente, escribo a tontas y a locas. ¡Y me hace tanto bien! Todo eso es mérito tuyo, querido Leo, por eso te has vuelto tan imprescindible para mí: me aceptas tal como soy. A vences me refrenas, no haces caso de ciertas cosas, tomas a mal otras. Pero tu perseverancia en no depegarte de mí me demuestra que puedo ser tal como soy.

Conocía este libro desde hace tiempo y vagamente sabía de qué iba, sin embargo fue una entrada en el blog Fantasy World  animando a leerlo or releerlo por San Valentín la que me animó a hacerlo. Fue empezar a leer y ya casi no poder parar. 

El libro transcurre en un periodo de varios meses, casi un año. En él, Emmi Rothner y Leo Leike intercambian emails, algunos muy breves y otros más extensos. Lo que comienza como una conversación entre dos extraños acaba siendo una relación de amigos primero y algo más después. Amparados en el anonimato que les proporciona el poder hablar sin saber quién es el otro, ni conocer nada de sus vidas personales salvo su nombre y lo que se cuentan, hace que vayan desnudando sus sentimientos, sus relaciones y su vida. Llegan a un punto en el que aunque quieren verse personalmente no saben si su especial relación podrá resistir el encuentro físico.  

Necesito quitarte de mi cabeza, Emmi. No es posible que seas mi primer y mi último pensamiento de cada día hasta el fin de mi vida.

Es un libro que se lee muy rápido, en el que sin más personajes que Leo y Emmi y las pocas personas de la que hablan en sus emails, conocemos la parte de sus vidas que intercambian entre ellos, la evolución de su relación, cómo necesitan sus mensajes, su nerviosismo o enfado cuando el otro tarda en contestar. Queriendo que se encuentren pero temiendo, al igual que ellos, que ellos que el encuentro sea el fin de su relación.

Es un libro ágil, divertido y romántico, con dos personajes completamente diferentes pero que a través de su especial relación congenian rápidamente. Una lectura que he devorado en un par de días y que he tenido que continuar con Cada siete olas.   

Escribir es como besar, pero sin labios. Escribir es como besar con la mente.

Puntuación: 

9