AMOR CON CONDICIONES

Amor con condiciones
Autora: Laure Lee Guhrke

Editorial: Planeta

Nº páginas: 352
Serie: Las chicas de Little Russel #2

Sinopsis:

Prudence Bosworth es una humilde costurera cuya vida podría cambiar si lograra hacerse con la herencia de su padre. Para conseguirla, deberá casarse antes de que pase un año. Ella siempre soñó con encontrar el verdadero amor… Y desde que contempló los seductores ademanes del duque de Saint Cyres, está convencida de que sólo él podrá conquistarla. Rhys de Winter confía en que su ingenio y su impresionante sonrisa bastarán para cautivar a una rica heredera que solucione sus problemas económicos… y Prudence es una víctima perfecta para él…

 Opinión: 

La vida de Prudence Bosworth cambia de la noche a la mañana cuando descubre que el padre al que nunca conoció ha muerto nombrándola heredera de su enorme fortuna, pasando de ser una pobre costurera, acostumbrada a ganarse la vida desde muy joven, y dada de lado por su familia, a tener más dinero del que jamás pudo soñar. Para recibir ese herencia debe contraer matrimonio, y aunque ella no lo crea al principio, el convertirse en millonaria de repente puede ser más una carga que una bendición.

No era una belleza, pero era guapa, con aquellas mejillas sonrosadas, una nariz respingona, y unos labios que se moría por besar. Pero eran sus ojos, aquellos ojos negros, dulces y cariñosos, los que la harían inolvidable si en verdad había decidido convertirse en una mujer de mundo—. Para mi desgracia, la mujer que me gusta no es ninguna heredera.

El duque de Saint Cyres conoció a Prudence en un baile en que ella trabajaba de costurera, y aunque se sintió atraído por la belleza de la joven, la dulzura e ingenuidad que adivino en ella, le impidió tratar de seducirla. Además, el necesitaba casarse cuanto antes con una joven adinerada, sus propiedades están en la ruina, y los acreedores llamando a su puerta. Cuando poco después vuelve a encontrarse con ella y descubre la sustanciosa herencia que heredará en cuanto se case, decide que si tiene que casarse lo hará con ella, no solo tendrá dinero sino una esposa que le gusta, que lo mira con admiración y ¿amor?. Por supuesto que él no se merece ninguno de esos sentimientos, es un canalla y un cínico, pero estar con Prudence le hace desear sentir algo que se le negó desde siempre.

Aunque provenientes de diferentes estratos sociales, ambos protagonistas han tenido una vida dura, como hija ilegitima y tras la muerte de su madre, Pru tuvo que ganarse la vida sola, la familia que no la ayudó en su momento, es la misma que ahora acude rápidamente a su lado cuando cambia su situación económica. Pero eso no ha corrompido su carácter, es amable, dulce y bien pensada. Todo lo contrario que Rhys, al que la muerte de su hermano, la frialdad de su madre y la depravación de su tío, ha convertido en alguien que solo se preocupa por sí mismo. Pero mientras finge ser el perfecto caballero que conquiste a Pru, le hará ansiar ser lo que finge para ella, convirtiéndose el conquistador en el conquistado. 

Con esas palabras y ese beso, la inquietud de Prudence desapareció como si nunca hubiera existido, y su felicidad regresó diez veces mayor que antes. Y cuando él profundizó el beso, el alma de la joven se abrió igual que una flor bajo los cálidos rayos del sol.

A pesar de contar con los protagonistas típicos de la novela romántica, un duque calavera y arruinado que trata de conquistar a una joven inocente, que a pesar de haber tenido que trabajar toda su vida, todavía cree en la bondad y la sinceridad, me ha parecido una novela entretenida, y aunque previsible en su argumento, me ha gustado mucho. 

No le importó que él mismo hubiera dejado de creer en el amor mucho tiempo atrás, ni que, en caso de que el sentimiento fuera real, él no se lo mereciera en absoluto. Lo único que le importó fue que al escuchar esas palabras de labios de Prudence, los fantasmas desaparecían. Al menos de momento.

Novela sencilla y entretenida, que a pesar de partir de un argumento poco novedoso, me ha hecho pasar un buen rato. Los personajes, aunque de sobra conocidos en la novela romántica funcionan, y nos hacen disfrutar de momentos dulces, románticos y emotivos. 

Puntuación: 

8