domingo, 27 de julio de 2014

ROSAS ROJAS



Rosas Rojas 
Autora: Jacquie D'Alessandro 
Editorial: Zeta Bolsillo
Nº páginas: 432 págs.



Sinopsis
Huérfana y abandonada por su prometido, Hayley Albright estaba decidida a cuidar de sus hermanos pequeños aunque por ello debiera renunciar a sus sueños. No esperaba encontrar el amor ni casarse. Pero una noche de luna salva la vida de un desconocido. Se trata de lord Stephen Barret, quien consigue librarse del asesino que le acechaba. Está muy agradecido a Hayley, pero no quiere influir sobre sus sentimientos y decide actuar con prudencia. El lord posee sin embargo un aire de inocencia que supone un arma de pura seducción para cualquier mujer. 

 Opinión 

Stephen Barret, marqués de Glenford y heredero del duque de Moreland se dirigía a pasar unos días a su coto de caza cuando fue atacado por varios desconocidos que pretendían matarlo. No era el primer atentado que sufría, por lo que pudo darse cuenta que los accidentes anteriores no fueron tales. Dado por muerto en un riachuelo, salvó la vida gracias a Hayley Albright, quien lo encontró malherido y lo llevó a su casa, donde se recuperará de las heridas gracias a sus cuidados.

Cuando despierta en aquella casa, descubre a una mujer totalmente diferente a las que suele tratar, no solo es dulce y hermosa, sino que ella sola se ha hecho cargo del cuidado y educación de sus hermanos menores y de los sirvientes de la casa tras la muerte de sus padres. Debido a su debilidad y a que no sabe quien está detrás de su intento de asesinato decide ocultar su identidad y se hace pasar por Stephen Barrettson, un tutor. 

Stephen abrió la boca con la intención de hablar, pero, en vez de hacerlo, se encontró a sí mismo mirando a Hayley fijamente, completamente prendado de la expresión de su rostro. Además de tener unos ojos preciosos, su mirada era la más bondadosa que había visto nunca. Transmitía ternura, compasión y sincera preocupación, como un dulce baño de miel. "¿Cuando fue la última vez que alguien me miró así?", se preguntó. No había habido ninguna vez. Nadie le había mirado de aquel modo. Nunca.

Durante su recuperación descubre a una mujer extraordinaria y una casa de locos, en la que los niños son educados con amor y cariño y los sirvientes tratados como miembros de la familia, y aunque al principio se siente horrorizado por ello, pronto se da cuenta de que nunca en su vida se había sentido tan feliz ni tan integrado en una familia, ni siquiera con la suya propia. Hayley, que desconoce quien es Stephen, pronto se enamora de él, de su constante atención, de sus conversaciones y aunque ya se había resignado a no casarse jamás, porque lo primero era su familia, no puede evitar pensar que con él eso pueda cambiar.

Stephen abrió la boca con la intención de hablar, pero, en vez de hacerlo, se encontró a sí mismo mirando a Hayley fijamente, completamente prendado de la expresión de su rostro. Además de tener unos ojos preciosos, su mirada era la más bondadosa que había visto nunca. Transmitía ternura, compasión y sincera preocupación, como un dulce baño de miel. "¿Cuando fue la última vez que alguien me miró así?", se preguntó. No había habido ninguna vez. Nadie le había mirado de aquel modo. Nunca.

Stephen no conoce el amor, no ha recibido nunca ese sentimiento de su familia, y a pesar de que Hayley despierta sentimientos y deseos desconocidos para él, no quiere ni pensar en que haya enamorado. Ella no es la persona adecuada para él, ni él para ella. Pronto tendrá que marcharse de allí y encontrar a la persona que trata de matarlo y no quiere poner en peligro a Hayley y a su familia, a los que aprecia de verdad.

Es la primera lectura de esta autora, me ha gustado su forma de escribir, aunque el argumento no es nuevo, un aristócrata educado como tal que se ha criado con una familia fría de la que no ha conocido el amor, por eso no sabe reconocerlo cuando lo encuentra y prefiere pensar que es una mera atracción física. Hayley por su parte es una persona generosa y amable, valiente, que ha sacado adelante a su familia, y que cuando conoce a Stephen cree que por fin a encontrado a alguien capaz de apreciarla tal y como es.  Y tendrá que luchar para que él acepte sus sentimientos y no se niegue el derecho a ser feliz.

Pero ya no era sólo su hermoso rostro lo que cautivaba a Stephen. Era su belleza interior. Su limpia sonrisa, sus cariñosas caricias. Su corazón generoso, su paciente fortaleza. Si las cosas fueran diferentes... Stephen cortó en seco sus pensamientos. Las cosas no eran diferentes. Nada era diferente. Y él debía tenerlo en cuenta.

Lectura sencilla y entretenida en la que el protagonista no solo se enamora de Hayley sino que lo acaba haciendo de toda su familia, con algunos momentos divertidos y otros muy emotivos. No es un argumento novedoso, pero la forma en que está escrita hace sea una lectura amena aunque la trama del intento de asesinato no tiene mucho peso en la historia. Me gustó mucho la declaración de amor, sencilla y romántica. 


Puntuación: 


7

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